miércoles, 14 de marzo de 2012

Bienvenidos


Todos los seres humanos sentimos la necesidad de ser escuchados, ya sea para transmitir nuestras ideas y pensamientos, para dar enseñanza o bien porque necesitamos de ese bello don que tenemos como es la comunicación.

Este pequeño escrito lo hago con el fin de expresar ese pensamiento que todo ser humano siendo creyente, sabiendo que hay un Dios, un ser todo poderoso al cual debemos reconocer y recurrir siempre a El ya sea para pedirle siempre sus favores en oración o para alabarle, y es que hay muchos motivos para hacerlo.



Siempre he sentido la necesidad de escribir lo que siento para que algún día alguien lea estas líneas y piense en el Dios que nos creó. Ya se que tenemos muchos predicadores nuestros guías espirituales a quienes debemos que nos hablen de nuestro padre Dios y nos dan las pautas a seguir, como son esos principios morales y espirituales que debemos tener en cuenta y es que su palabra nos trae la paz espiritual y la reconciliación con nuestros semejantes como Jesucristo nos vino a enseñar.

Buscando así la paz del alma que tanta falta nos hace en este mundo tan convulsionado, tan confundido por el materialismo, la falta de amor y convivencia familiar, pues en el hogar es en donde nacen esos valores fundamentales.

Ningún ser humano puede prescindir de la existencia de nuestro Supremo Dios, pues aunque muchas personas califiquen de “buena suerte” a todas las cosas buenas que reciben en sus vida, la verdad es que El en todo momento nos tiene en cuenta, aunque muchos de sus hijos no lo reconozcan, todos contamos siempre con un padre que nos cuida, un padre que siempre esta a nuestro lado para guiarnos y protegernos de todo mal, por eso debemos buscar sabiduría pues ella proviene de Dios y cuando la encontramos , cuando la tengamos, cuidémosla como tesoro, hagamos de ella un bello adorno, porque ella instruye nuestra lengua, frena impulsos, corrige malos deseos, aplaca la ira, enriquece el amor, amplia la prudencia y todas las cosas buenas para el bien del hombre las transmite, la sabiduría que viene de Dios.